Tal vez orgullo
Una de las cosas que los deportes tienen en común es el hecho de no ser atractivo para las personas cuando estas no lo entienden.
A partir de allí, se pierde el interés y no resulta atractivo jamás. Esto lo podemos extender en general a todas las actividades, ya sea las matemáticas, el cine, la lectura, etc. Nuestro propio ser nos dice "no me gusta esto" cuando en realidad no lo comprendemos, y tal vez es "orgullo" por el cual preferimos no interesarnos que aceptar rebasa nuestras capacidades.
Una idea errónea
Cuando niño yo creía sinceramente que los deportes eran para personas que no tenían la suficiente capacidad mental o no eran tan inteligentes como para destacar en la escuela, las artes u otra cosa.
Mi papá, durante esa etapa de mi vida, intentaba inculcar el deporte en mí persona; mientras yo me dedicaba a sabotear todos sus intentos; ya sea por mí idea errónea anterior o por el hecho de que no entendiera – ni quería entender – el futbol americano, el soccer o en general los deportes (excepto tal vez la natación).
Sin embargo, recibí un fuerte golpe al orgullo, apenas a los 8 años de edad, cuando me "cortaron" del equipo de americano. Fue para mí una gran ofensa ya que me consideraba más inteligente que los otros niños y a mí era a quien le decían, de una u otra forma "no sirves".
El reto
Así pues se convirtió en un reto personal el poder entrar al equipo el siguiente año y lo logré. Una vez dentro del equipo otra vez el futbol americano no me importaba; pero mi papá quería verme jugar y se esforzaba por hacer que el entrenador me dejara jugar. Debo aclarar que hay una regla en las categorías infantiles que obliga a los entrenadores a meter a cada jugador del equipo un mínimo de jugadas; en caso de no hacerlo, hay una sanción para el equipo que puede ser desde suspender al entrenador hasta tener como perdido el juego.
Un juego
Sí un juego cambió mi perspectiva del deporte en general. Después de que habían suspendido al entrenado a causa de que no me dejaba jugar, y por los consejos de mi papá estaba prestando atención al encuentro; claro está, desde la banca. Era uno de los últimos juegos de la temporada, estábamos peleando por el campeonato e íbamos perdiendo contra el último lugar de la tabla a la mitad del juego.
Yo veía a mis compañeros desesperados y a los entrenadores enojadísimos. No comprendía el por qué; sólo es un juego. Aunque si pude apreciar que el equipo contrario era "inferior" al nuestro en cuanto a talento, técnica y conocimiento en general; al menos a mí me lo parecía pero el marcador y el partido decían otra cosa diferente.
Durante el medio tiempo nuevamente me aconsejo mí papá: "dile al coach que te meta a jugar, y no dejes de decirle". Durante el 3er cuarto del partido me la pase diciéndole al entrenador que me metiera; si había algo de niño que me hacía realmente enojarme era "que me tiraran de loco" y eso fue exactamente lo que hizo el coach. Así pues llegamos al último cuarto, perdiendo por sólo una anotación y yo encabronadísimo je. Cuando por fin al entrenador no le quedó de otra que meterme; supongo que no quería ganar el juego de último minuto y luego perderlo por no acatar las reglas.
Yo jugaba a la defensiva, sabía que mi trabajo era detener al jugador que trajera la pelota, 2 veces paso cerca de mí sin lograr hacer nada. Los habíamos detenido y entonces tenían que despejar: ellos nos entregan la posesión del balón pero lo "patean" para alejarnos de su zona de anotación. Yo no entraba en esas situaciones; pero el entrenador me dijo que me quedara, tal fue mi sorpresa que hasta me alinee un poco tarde. Sale la jugada, entro sin que nadie me bloquee y alzo las manos para tapar el balón!!!
Despertar
Me quedé pasmado. Oía gritos desde la banca; cuando logré entender "el balón" uno de mis compañeros ya había caído sobre él y lo habían detenido. Al final perdimos, ni siquiera estando cerca de la anotación contraria, gracias a mi bloqueo, logramos anotar. También cabe destacar que el entrenador del equipo contrario tomo un par de decisiones que superaron a nuestros entrenadores y les dio al final el triunfo.
Recuerdo que al final lloré. Entendí perfectamente que pude haber tomado el balón y anotar; en ese entonces estaba permitido luego lo prohibieron para evitar lesiones en los niños. Cierto es que me emocionó la ilusión de ser "héroe" del equipo y de que los demás niños me tomaran en cuenta; pero más que eso me di cuenta de mi propia falta de preparación.
Desde ese entonces el futbol americano y en general el deporte se arraigaron en mi ser. Claro que amo al futbol americano, no sólo porque logré entenderlo ese día sino porque me ayudó a entenderme a mí mismo.
Aclaración
Muchas personas creen que si no has participado en cierta actividad no puedes entenderla jamás; yo no creo que esto sea cierto hay quienes logran entender mejor al deporte u otras disciplinas que muchos de los propios practicantes. En mi haber me he encontrado con muchos jugadores que simplemente estaban por que tenían la destreza pero no el amor ni la comprensión.
"La iluminación llega de muchas formas y no a todos ilumina" podría resumir.